Historias de colección

Se inaugura la sección intermitente Historias de Colección. Si tiene alguna historia interesante relacionada al coleccionismo de autitos, coméntenosla más abajo o envíenosla a ronkiolos9@gmail.com. Publicaremos las más interesantes y curiosas.

                                                                                    I

Un Seat 850 Coupé 1/43 de la serie Chiqui-Cars de Nacoral (España). 

Andrés es un empresario que ha amasado una cierta fortuna gracias al restorán que puso en los años 70 en la concurrida localidad española de Benidorm.

Andrés es un tipo bastante vivaz y elegante; pero xenófobo. Siente una tremenda y patética repulsión por "todos esos moros que han invadido la península" "Que vienen a dar lástima vendiendo bolsos de imitación".

Andrés, en su círculo de amigos, ha sido contagiado por el germen del coleccionismo de autitos.

Haciendo un hueco en uno de los tantos viajes de trabajo que hacía a Madrid, decidió ir de cacería por algunos mercaditos de aquella ciudad que tan poco le gustaba.

Felíz con las nuevas compras hechas - "un Citroën Presidentielle de Dinky y tres Chiqui-Cars inmaculados" -, decidió enrrumbarse por una de las calles aledañas a la Plaza Lavapiés.

En el apuro de pasar las miniaturas de la bolsa de El Corte Inglés en que se las había despachado el vendedor a su maletín, uno de los Chiqui Cars - el Seat 850 de plástico que acababa de comprar - se deslizó y cayó aparatosamente al suelo.  Tuvo una última oportunidad de verlo antes de notar que un adolecente que manejaba bicicleta y hablaba por celular estaba por pasarle encima destrozándolo completamente.

Cerró los ojos "para no ver cómo se iba a la m... una pieza valiosísima de la industria española"

"¡Plack!"

Cuando volvió a mirar, descubrió con gran sorpresa que unos pasos más allá se encontraba el Seat todavía integro junto a una sandalia sucia. Un nigeriano, vendedor de bolsos piratas, se había quitado la sandalia y, con el reflejo de una mangosta y la puntería de un águila, la había lanzado contra el Seat para moverlo y evitar que terminara detrozado.

El nigeriano se alzó y corrió a recoger su sandalia y con ella al Seat.

"...que se quedaba sin juguete tu crío" le dijo el vendedor de bolsos a Andrés mientras le entregaba, con una sonrisa de 300 dientes, el Seat.

Después de aquél episodio, Andrés, expresando un tácita gratitud, se descubrió incapáz de volver a hablar mal de los "moros". Hoy hasta cuenta en su  restorán con dos ayudantes marroquíes y un sierraleonés... y es que "encontrar gente honesta, que haga las cosas tan bien, que tenga buen ánimo, que sepa idiomas y que cobre lo justo, es muy difícil aquí en Benidorm".

                                                                                 II

Una bellísima Alfa Romeo 90 1/24 de Polistil (Italia)

La historia de lo ocurrido en Subito.it - que es una página italiana de ventas por internet - siempre causa la misma mezcla de fascinación y rabia entre los coleccionistas.

Resulta que un día una chica que decidió hacer limpieza en casa, encontró un lote de 23 carritos del hermano que ya no vivía allí hace años. Pensando que tal vez podría hacer algo de dinero con ellos, puso el lote de "juguetes" en venta a 100 euros en subito.it

El detalle era que en ese lote de juguetes se encontraban nada más y nada menos que una Fiat Croma Polistil promocional, una Lancia Beta Bburago, DOS Alfa Romeo 90 Polistil, DOS Fiat Ritmo Polistil... en fín. Para desmallarse..

Obviamente, pasó el mismísimo correcaminos y se los llevó todos.

Luego de que a la chica le llovieran e-mails de coleccionitas que le gritaban el verdadero valor de las piezas, entendió que había hecho un mal negocio y fue a pedirle al comprador que, visto el valor que tenían las minaturas, le pagara almenos el doble.

¿Qué le respondió el correcaminos?

"Mire que los autitos se van para los niños de una parroquia...  Aquí yo estoy perdiendo dinero..."

Conteporáneamente, quien había logrado contactar al correcaminos para preguntarle cuánto pedía por los autitos, recibió la siguiente respuesta:

"Por la Croma Polistil, 200 euros. Business are business" Beep, beep.